El 23 de octubre se cumplió el 60º aniversario del comienzo de la Revolución Húngara de 1956. Este movimiento de las masas húngaras, en el que la clase obrera jugó el papel principal, significó la culminación del creciente descontento que evidenciaba Europa del Este en aquella época. Fue una auténtica rebelión contra la burocracia estalinista, en la que los trabajadores crearon sus propios organismos de poder obrero, y fue aplastada sangrientamente por los tanques soviéticos. Durante décadas se ha pretendido falsamente presentar este revolución en occidente como anticomunista, cuando precisamente el movimiento húngaro lo que reivindicaba era la necesidad del socialismo y el final del régimen burocrático estalinista. Para recordar este magno acontecimiento publicamos un artículo escrito por Julianna Grant hace 10 años, coincidiendo con el 50º aniversario de la revolución húngara.