Solidaridad con Mugimendu Sozialista

La Corriente Marxista Internacional se solidariza con los compañeros y compañeras de Mugimendu Sozialista (MS) que están enfrentándose desde hace tiempo a una campaña de acoso e intimidación por parte de sectores socialdemócratas y de la dirección de EH Bildu, con la actitud complaciente de la derecha vasca. 

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La Corriente Marxista Internacional, que desarrolla un trabajo comunista y revolucionario en 50 países de todo el mundo, comparte las ideas comunistas de MS, comparte la necesidad que proclaman de la revolución social y la extensión del socialismo a nivel internacional. El socialismo es la única alternativa a la barbarie con que el capitalismo condena a la clase trabajadora y a las familias obreras con sus crisis económicas, explotación, opresión, guerras, desastres medioambientales y cambio climático. Sólo el marxismo revolucionario como método de análisis y transformación social, y el comunismo como objetivo de sociedad, pueden alumbrar una esperanza al futuro de la humanidad.

Por esa razón, para la CMI, un ataque contra uno es un ataque contra todos. Defenderemos públicamente a cualquier comunista y socialista revolucionario del acoso y la intimidación de adversarios políticos, no importa el país o zona del mundo donde se encuentren.

MS nació hace unos años de una escisión de la izquierda abertzale y es indudable que ha arrastrado consigo a una parte sustancial de la juventud vasca organizada. MS se ha caracterizado por emplazar a la dirección oficial de la izquierda abertzale a un debate público abierto sobre la experiencia pasada de décadas del movimiento nacional de liberación vasco que resultaron en una derrota, ha proclamado abiertamente su carácter obrero de clase y sus objetivos comunistas, y se ha mostrado muy crítico con el giro progresivo a la derecha de la dirección de EH Bildu que se ha embarcado en una política institucionalista, tratando de llegar a acuerdos con la burguesía vasca (PNV) y la socialdemocracia española (PSOE) abandonando en la práctica cualquier lucha rupturista con el Estado y por el socialismo.

La CMI comparte lo sustancial de la crítica de MS a la dirección de EH Bildu. Correctamente, los compañeros de MS basan sus críticas en datos, cifras y argumentos, único método que permite aportar constructivamente a la clarificación de ideas y perspectivas para las tareas que tiene por delante la izquierda radical vasca, sea comunista o abertzale.

La dirección de EH Bildu tiene perfecto derecho a no compartir las posiciones de MS, oponiéndole sus propios datos, cifras y argumentos. Pero los métodos del acoso, la intimidación, la violencia de cualquier forma y la asfixia material para anular a un adversario político no son métodos sanos ni aceptables dentro de la izquierda y el movimiento obrero.

Así, hemos constatado por parte de miembros de la izquierda abertzale la destrucción de propaganda de MS, su expulsión de los gaztetxes, acoso e insultos en espacios públicos, o la negación sistemática a MS de la instalación de txosnas en las fiestas de Euskal Herria para impedirle financiarse, utilizando para ello el poder institucional de EH Bildu y PNV.

Estos métodos corresponden a actitudes burocráticas y estalinistas que deberían ser desterradas del movimiento. Lejos de mostrar fortaleza ese tipo de métodos muestra debilidad política, el miedo a confrontar libremente ideas y posiciones ideológicas.

Los dirigentes de EH Bildu deberían saber que el comunismo no es enemigo de los derechos democrático-nacionales. Todo lo contrario. Aquellos que basamos nuestro comunismo en las ideas de Marx, Engels y Lenin, en la Revolución de Octubre y en los primeros congresos de la Internacional Comunista antes de su degeneración estalinista, siempre hemos levantado la bandera del derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas –como la vasca– que incluye su derecho a formar un Estado independiente si así lo decide la mayoría de la población.

Lenin nunca defendió un “obrerismo” estrecho, nunca opuso la lucha por el socialismo a la lucha por la liberación nacional ni a ninguna otra reivindicación democrática. Al contrario, emplazó a los comunistas a levantar la bandera y a luchar por la más mínima reivindicación progresista de cualquier capa o sector oprimido de la sociedad: minorías nacionales, campesinos pobres, mujeres, homosexuales, etc. Sólo el proletariado tiene la fuerza y el peso social y económico para ponerse la cabeza de todas las demás clases y capas oprimidas de la sociedad y así derribar al enemigo común de todos, el capitalismo y el imperialismo. Así, tras el triunfo de la Revolución rusa, se dio libertad a los pueblos oprimidos por el imperio ruso, algunos se independizaron y otros permanecieron voluntariamente unidos como repúblicas socialistas soviéticas; se entregó la tierra a los campesinos, se otorgaron la plena igualdad a la mujer y derechos como el divorcio y el aborto, se despenalizó la homosexualidad, etc.

Es cierto que el comunismo tiene por objetivo un mundo sin fronteras ni exclusiones de ningún tipo, una fraternidad socialista universal donde todos los seres humanos se relacionen libremente sin privilegios de ningún tipo, pero tal unión debe darse de forma voluntaria y en pie de igualdad, sin imposiciones ni privilegios para ningún pueblo o nación sobre otros.

Por eso pensamos que, más allá de las diferencias políticas existentes entre MS y la izquierda abertzale, existe un espacio común de lucha y colaboración franca a través de las tácticas del frente único sobre aspectos concretos, donde tenemos enemigos y adversarios comunes. Los métodos burocráticos y violentos deben cesar. Por tal razón, emplazamos a los militantes obreros y jóvenes de la izquierda abertzale, a sus capas situadas más a la izquierda, a que hagan oír su voz contra estos métodos que dañan no solamente a los compañeros de MS sino a la propia moral y prestigio de EH Bildu y de la izquierda abertzale en general.

Reiteramos nuestro apoyo y solidaridad a MS y nos ponemos a su disposición para todo aquello que quieran requerirnos.

07/06/2022