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El pasado jueves 5 de noviembre un grupo de jóvenes y trabajadores nos dimos cita en la Casa Museo León Trotsky para asistir a la presentación del libro Los Gánster de Stalin, que recupera los últimos artículos del gran revolucionario León Trotsky en defensa del marxismo contra todos los gamberros estalinistas poco antes de su muerte.

Hace veinte años, cuando el Muro de Berlín se venía abajo, la burguesía en el occidente estaba eufórica, regocijándose de la "caída del comunismo". Veinte años después las cosas parecen muy diferentes al haber entrado el capitalismo en su crisis más grave desde 1929. Ahora, una mayoría en la antigua Alemania Oriental vota por la izquierda y mira hacia atrás a lo que fue positivo de la economía planificada. Después de rechazar el estalinismo, ahora han podido probar el capitalismo, y han sacado la conclusión de que el socialismo es mejor que el capitalismo.

No tan solo tenemos el privilegio de ser atacados por la burocracia y quienes ocupan altos cargos dentro del aparato del Estado por nuestro trabajo práctico, por las luchas que encabezamos y nuestras ideas, sino también ahora por grupos que se reclaman marxistas pero que en la práctica están muy lejos de implementar cualquier política y métodos genuinamente marxistas. Estos avances nuestros todavía son humildes y corresponden a la política correcta que hemos desarrollado y que nos ha permitido conectar con los sectores más avanzados de la clase trabajadora. Muestran sobre todo que vamos por el buen camino.

Este trabajo fue escrito hace 5 años, cuando se cumplieron los 15 años de la caída del Muro de Berlín, y mantiene toda su actualidad. Ofrece un análisis marxista de cómo surgió el fenómeno del estalinismo y, basándose en las enseñanzas de León Trotsky y Ted Grant, explora las causas que hicieron inevitable su posterior caída y derrumbe. Al mismo tiempo, rescata las tradiciones, banderas y métodos limpios del marxismo y del comunismo para la actual generación de luchadores revolucionarios.

Se ha armado mucho ruido ante la supuesta “reinstauración de Zelaya”, ¿pero qué está sucediendo realmente? Ha habido todo tipo de maniobras e intrigas pero no se han dado pasos concretos para reinstalar a Zelaya como legítimo presidente. En los próximos días veremos cual es el contenido real de este “acuerdo”.

El 18 de septiembre de 2009 hubo manifestaciones masivas en Irán que confirman que el movimiento contra el fraude electoral no está muerto. Este movimiento sacudió a la sociedad iraní y, aunque haya altibajos, continuará hasta que se derribe el denostado régimen actual. La cuestión clave para nosotros es el papel de la clase obrera y la necesidad de una verdadera dirección revolucionaria.

El capitalismo, internacionalmente, parece salir de su peor crisis desde los años treinta. Existe un alivio palpable en las filas de la clase dominante pensando que han evitado el cataclismo financiero. Sin embargo, a pesar de todo lo que se habla sobre brotes verdes, existe una pesadumbre universal ante la situación actual.

No se aplacan las polémicas por las alianzas que algunos candidatos de Santa Cruz han sellado con un bloque “disidente” de la Unión Juvenil Cruceñista y con ex funcionarios de la Prefectura que colaboraban con Rubén Costa. Los dirigentes de la Unión Juvenil Popular del Plan 3000 y la COD de Santa Cruz de la Sierra declararon su rechazo alertando en contra de estos infiltrados “caballos de Troya de la derecha”, la CONAMAQ hizo lo mismo, la CIDOB no pudo esconder el malestar de la base mientras que dirigentes mineros, campesinos y del Centro de Estudios Jurídicos y Sociales (CEJIS) advierten con que estas alianzas van a restarle votos al MAS.

El espectro de la “seguridad democrática” recorre las aulas universitarias de Colombia, sembrando a su paso el terror, el silencio, la sacrosanta complicidad de estudiantes y maestros con el status quo imperante, no por su complacencia con las políticas de amedrentamiento que reprimen la protesta popular, sino por el miedo a las repercusiones que puede tener la libre, argumentada crítica, cuando las fuerzas de seguridad moran en las facultades de las universidades públicas.