Las elecciones de 7 de junio sacan a flote el descontento y la profunda necesidad de cambio social
Con un abstencionismo de más del 55% se realizaron las elecciones intermedias en México. La jornada electoral fue persa y contradictoria, tuvimos desde la lucha por un boicot abierto en Estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán; el triunfo de un candidato independiente en Nuevo León y distintas expresiones de descontento local como es el avance de Morena en el DF y el retroceso del PRD, partido que gobierna la entidad desde 1997. La característica general de este proceso es que refleja una creciente crítica al régimen y la necesidad del cambio. Contrario a lo que dicen los discursos oficiales, no es el fortalecimiento de la democracia lo que vimos, sino un cuestionamiento mayor a todos los partidos políticos y a las instituciones caducas y corrompidas del Estado.