Economía

«¿La guerra es algo terrible? Sí, pero es terriblemente rentable», dijo Lenin en una ocasión. El continuo agravamiento de los conflictos interimperialistas y de las guerras por delegación está demostrando una vez más que Lenin tenía toda la razón. Mientras miles de personas son masacradas en Gaza, Ucrania, Congo, Sudán y otros lugares, y mientras el gasto en defensa se dispara en todo el mundo, un puñado de capitalistas se llenan los bolsillos. La clase obrera está teniendo que pagar la factura de este derroche mortal.

La crisis del capitalismo golpea fuertemente a los países pobres. Tras las subidas de los tipos de interés de los dos últimos años, los cobradores de deudas están llamando a la puerta. Como consecuencia, las instituciones imperialistas están imponiendo medidas draconianas de austeridad y subidas de impuestos a los pobres de los llamados países en desarrollo. Esto está provocando ira y protestas masivas en todo el mundo.

Esta semana, los mercados bursátiles cayeron mientras los especuladores se enfrentaban a los últimos datos de empleo procedentes de Estados Unidos. A primera vista, los datos no parecen tan alarmantes, y las bolsas se han recuperado, por ahora. Pero los mercados tienen razón para estar preocupados.

Con la incertidumbre y la inestabilidad sacudiendo la economía real en todo el mundo, los inversores adictos a las apuestas vuelven a recurrir a la especulación en busca de dinero rápido. Pero capitalismo en su totalidad es un casino. Es hora de derrocar este sistema en quiebra.

La cumbre del COP28 estuvo llena de ironía desde el primer día, celebrada en los Emiratos Árabes Unidos, una economía clave de gas y petróleo ; y bajo la dirección del Sultan Al Jaber, quien es el jefe de la compañía de petróleo nacional, Adnoc. “¿Es esto broma?” te preguntas, en el medio del aire cada vez más contaminado. Esta situación está muy lejos de ser cómica, esto es lo mejor que la clase dominante puede ofrecer cuando se trata de combatir el cambio climático. 

La división del mundo en Estados-nación, y la lucha que engendra entre bandas de ladrones capitalistas de cada país, está convirtiendo en una burla la batalla contra el cambio climático. Los políticos y comentaristas capitalistas rara vez admiten esta verdad obvia, pero a veces es posible leer un artículo de los representantes más astutos del capital que sugiere un atisbo de comprensión. Uno de estos artículos, publicado recientemente en el Financial Times (FT), se titula «Cómo China acaparó el mercado de las tecnologías limpias«.

Una crisis de bancarrota amenaza el mundo. El New York Times lo ha llamado “una crisis de deuda diferente a todo lo que hemos visto”. Sin embargo, esta no es la amenaza de un puñado de gigantes bancarios que se hunden, sino más bien de economías nacionales enteras. Unos 54 países de ingresos bajos y medianos están hoy al borde de la bancarrota.

La situación ha ido de mal en peor para los mercados financieros mundiales. Después de tres quiebras bancarias en Estados Unidos y una en Suiza, los mercados buscan el próximo eslabón débil. Esta mañana, el Deutsche Bank estaba en el punto de mira, con una caída del 13% en el precio de sus acciones, y otros le siguen de cerca. Esto demuestra que, 15 años después de la "crisis crediticia", nada se ha resuelto.

Ayer por la mañana, las acciones bancarias cayeron rápidamente, no solo en EE. UU. y no solo en los bancos regionales, sino en todo el mundo, tras el colapso de los bancos regionales de EE. UU., SVB Financial y Signature durante el fin de semana. ¿Qué causó su colapso y hay implicaciones más amplias?

El 26 de septiembre de 2022 se conoció la noticia de unas explosiones en los gasoductos de gas natural Nord Stream 1 y 2, que van de Rusia a Alemania. Las explosiones dejaron inoperativas tres de las cuatro líneas y liberaron grandes cantidades de gas en el mar Báltico.

Los sistemas sanitarios de todo el mundo se enfrentan a una profunda crisis por la austeridad, el aumento de las necesidades sanitarias y la escasez masiva de personal. Esto se está traduciendo en un aumento del exceso de muertes. La gente perece inútilmente bajo este sistema podrido. Sólo un derrocamiento revolucionario del capitalismo puede liberar a la sanidad pública del yugo del capitalismo.

El futuro de nuestro planeta depende del éxito de la transición de los combustibles fósiles a las energías limpias. Nos encontramos en una carrera contrarreloj. Los científicos especializados en el clima estiman que hay un 50% de probabilidades de que las temperaturas mundiales superen los niveles preindustriales en 1,5ºC en los próximos cinco años.

La industria tecnológica está pasando por un ciclo de despidos masivos, afectando incluso a gigantes como Twitter y Facebook, que presagia problemas para inversores, usuarios y empleados. Es hora de tomar las grandes tecnologías bajo propiedad pública y el control de los trabajadores.

Nouriel Roubini es un economista burgués interesante y poco ortodoxo. Su fama se debe principalmente a que predijo correctamente la crisis financiera de 2008, una hazaña que no le hizo gracia a la mayoría de los demás economistas, que no predijeron absolutamente nada.