Argentina: 25J – un paro arrancado por las bases

Mas sumergido que “emergente”, llega el Gobierno a este contundente Paro General.

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Con un acatamiento altísimo, el país quedó absolutamente paralizado de punta a punta por la fuerza de la clase obrera organizada.

La CGT comandada por Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer se vió arrastrada al paro por la presión desde la base, e intentó que la medida sea utilizada como un desahogo de los trabajadores apostando a un paro dominguero que solo fue quebrado por los sectores más combativos del movimiento sindical que se movilizaron, cortaron accesos en 50 puntos del país, y realizaron asambleas de base para discutir la medida, señalando correctamente la necesidad de un plan de lucha.

A pesar de que el gobierno montó una serie de provocaciones, como el video de Macri presentándose a trabajar al mediodía y con cara de dormido, en un claro gesto de desprecio a las demandas de la clase trabajadora, lo cierto es que el gobierno ha sentido el impacto y no le alcanzaron las mentiras para disimularlo.

El paro además de dejar una vez más a la vista de quien quiera ver la formidable predisposición a la lucha por parte de los trabajadores, complica al gobierno porque deja en evidencia que le será imposible aplicar el ajuste del FMI sin provocar una ruptura en el equilibrio social. Lo cual genera desconfianza en los capitales especulativos que amenazan con no desembolsar los dólares acordados.

Estamos presenciando el derrumbe político y económico del macrismo, cuya gestión va camino a estrellarse. El remate del país a la timba financiera se agrava a su vez con el recrudecimiento de la crisis mundial de la mano de la guerra comercial entre las grandes potencias. Este es el escenario político que enmarca este paro general.

De lo que se trata entonces, es de impulsar el debate en cada fabrica, oficina, lugar de trabajo, sindicato y asamblea en la necesidad de materializar un plan de lucha que comience con un paro y movilización de 36 hs, en la perspectiva de frenar el ajuste de Macri y tirar abajo el acuerdo con el Fondo Monetario.

La irrupción de la clase obrera con un programa independiente es una necesidad más que urgente ante la situación política que se abre. Los sindicatos clasistas tendrán una responsabilidad central en forjar la unidad de los distintos sindicatos o trabajadores en lucha mediante la flexibilidad táctica y el frente único con el conjunto de la clase obrera.

Los trabajadores necesitan un dirección sindical que plantee de manera clara la inviabilidad del capitalismo para desarrollar nuestra vida material de manera digna, explicando las limitaciones de las políticas reformistas en el marco de la crisis capitalista mundial y que se proponga la más amplia unidad de los trabajadores y sectores populares en la perspectiva de poner en pie nuestro propio partido de trabajadores.