Europa

La primera ministra ha ganado algo de tiempo con otra prórroga del plazo de Brexit. Pero los trabajadores y los jóvenes no pueden permitirse el lujo de seguir sufriendo este caos ¡Necesitamos ya unas elecciones generales y un gobierno laborista socialista! Según los partidarios del Brexit, se suponía que Gran Bretaña debía de estar cabalgando sobre las olas de la soberanía y la independencia, habiéndose liberado del Leviatán de la Unión Europea. En cambio, Theresa May y su gobierno se encuentran sin rumbo, a la deriva y sin esperanza de solución en el horizonte.

El incendio que destruyó parcialmente Notre Dame es una tragedia para cualquiera que aprecie los logros culturales, artísticos y arquitectónicos de la humanidad. El capitalismo está socavando sus propios logros pasados y los de las sociedades anteriores, y esto se pone de manifiesto muy claramente cuando se observa más de cerca lo que ocurrió en París el lunes 15 de abril.

Julian Assange ha sido arrestado hoy en Londres en la Embajada de Ecuador tras aceptar el gobierno de este país una orden de extradición de los Estados Unidos, como ha reconocido la primera ministra británica en su discurso en la Cámara de los Comunes. Consideramos este hecho un ataque fundamental al derecho de asilo y a la libertad de información. Rechazamos la extradición de Assange a los EEUU y exigimos su puesta en libertad sin cargos.

El nuevo escándalo de las llamadas “cloacas" del Estado es un apunte más para el conocimiento público de cómo funciona realmente este organismo y la llamada “prensa libre”. La persecución desvelada contra Podemos basada en pruebas fabricadas y acusaciones falsas –con la implicación de importantes medios de comunicación burgueses– no es un hecho accidental debido a unas cuantas “manzanas podridas”, a un mal gobierno o a unos periodistas canallas, sino que es parte esencial y estructural del funcionamiento de este aparato de represión que, como en todos los países capitalistas “democráticos”, tiene como objetivos perseguir a quienes son considerados una amenaza para el sistema y preservar

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El movimiento de los chalecos amarillos infunde miedo a sus oponentes, lo que provoca la agresión en su contra. Además de la represión violenta (2.000 personas han sido heridas, 18 cegadas y cinco han sufrido desgarros en sus manos), el gobierno ha respondido con una intensidad sin precedentes en forma de represión judicial.

Por segundo año consecutivo, el día de la mujer trabajadora ha sido una jornada histórica, sumando una fecha más a la historia reciente del Estado español. Los datos oficiales muestran una participación aún mayor en las manifestaciones y paros que en la jornada del 8M de 2018, que en algunos lugares se incrementó de manera espectacular. Y es que, como venimos diciendo repetidamente, razones no faltan para esta gran movilización.

Para este 8 de Marzo los sindicatos han vuelto a dar cobertura legal a la huelga general convocada por el movimiento feminista. Desde hace varios meses se lleva trabajando en todos los puntos del Estado en la preparación de lo que esperan sea una jornada de lucha con un éxito mayor que la de 2018.

El movimiento de los chalecos amarillos es de una potencia y una profundidad que no dejan de sorprender (y de asustar) a sus adversarios. Por supuesto, la burguesía y sus lacayos políticos y mediáticos saben bien que existe la pobreza. Han oído hablar de ella. Pero por lo demás, están totalmente desconectados de las condiciones reales de vida del pueblo, de sus sufrimientos y sus problemas. Así, desde lo alto de sus privilegios, de su poder y de sus fortunas, se dijeron a sí mismos: "¿Qué puede a cambiar un poco más o un poco menos de austeridad?". Han recibido la respuesta en toda la cara.

Ayer, 16 de enero, dieciséis personas fueron detenidas por la policía española en Girona (Cataluña) sin orden judicial. Entre los detenidos estaban dos alcaldes de la CUP, un fotoperiodista y varios activistas de los CDR (Comités de defensa de la República), la ANC (Asamblea nacional catalana), La Forja (organización juvenil independentista) y el SEPC (Sindicat d'Estudiants dels Païssos Catalans). Desde la Corriente Marxista Internacional queremos expresar nuestra solidaridad con los detenidos y sus organizaciones y expresar nuestra más enérgica protesta contra otro caso de represión y criminalización del movimiento republicano catalán por parte del Estado español. Hacemos un

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El movimiento de los chalecos amarillos es un seísmo social de una potencia excepcional. Es un punto de inflexión en el curso de la lucha de clases en Francia, y una fuente de inspiración para los trabajadores del mundo entero. Tendrá un impacto profundo y duradero en la vida política del país.

La decisión de Theresa May, a finales del pasado año, de posponer la votación de su acuerdo sobre el Bréxit con la UE ha hecho poco más que proporcionar un breve respiro a su insoluble dilema. Su paquete negociado sigue siendo odiado por todos los sectores. En lugar de atraer a la gente a su propuesta, el período navideño ha endurecido por igual la determinación de los partidarios del Bréxit (Brexiteers) y de los que quieren quedarse en la UE (Remainers).

Poco más de 25 años después de su fundación, la Unión Europea parece que podría desmoronarse bajo el peso de sus propias contradicciones. En todos los países donde se mire, los partidos principales se ven sometidos a una enorme presión debido al aumento de la lucha de clases como resultado de 10 años de crisis. El resultado es que, un país tras otro, la clase dominante ya no puede gobernar a la antigua usanza

La situación social y política en Francia evoluciona a una velocidad vertiginosa. En menos de un mes, el desarrollo del movimiento de los chalecos amarillos ha puesto al país en el umbral de una crisis revolucionaria. En los próximos días, dicho umbral puede ser traspasado.

El 6 de diciembre se cumplieron 40 años desde que la Constitución española fue aprobada después de décadas de brutal dictadura bajo Franco. Pero como explica Alan Woods (testigo de estos acontecimientos históricos), la llamada Transición a la democracia fue una traición colosal maquinada por los líderes de la clase obrera española, que dejó intactos los pilares principales del antiguo orden reaccionario.

Las protestas de los Gilet Jaunes (chalecos amarillos) en Francia están en un punto de inflexión. Enfrentado a la creciente radicalización de la protesta, que ahora amenaza la supervivencia de su gobierno, Macron cambió su tono desafiante y prometió "suspender" el aumento de los impuestos sobre los combustibles que provocó el movimiento. Este paso atrás se produjo después de las batallas callejeras del fin de semana entre miles de manifestantes y la policía que dejaron más de 200 heridos solo en París y resultó en al menos una muerte.