Europa

El mediodía de ayer martes 12 de noviembre, los dirigentes del PSOE y Unidas Podemos (UP), Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, anunciaron de manera imprevista un acuerdo para formar un gobierno de coalición. Esta decisión ha tomado a todo el mundo por sorpresa, cuando ni en la noche electoral ni el lunes había trascendido ningún contacto ni negociación al respecto entre ambas organizaciones. De cualquier modo, este gobierno de coalición, si es investido como parece probable, abrirá una nueva etapa en la situación política y tendrá consecuencias relevantes para el futuro de la izquierda española.

Las elecciones del 10 de noviembre han dejado un paisaje político aún más inestable que las anteriores elecciones del 28 de abril. Aunque la derecha ha sido nuevamente derrotada, la dirección del PSOE fracasó en su cálculo político de emerger fortalecido, y la táctica de la dirección de UP de hacer fracasar la investidura de Sánchez y arriesgarse a nuevas elecciones, también se demostró un error como lo prueba su pérdida de votos y de peso parlamentario. La polarización de la situación, agitada por la cuestión nacional catalana, se muestra en el fortalecimiento de la ultraderecha y del independentismo catalán, así como de los nacionalismos vasco y gallego.

Se cumplen 30 años de la caída del Muro de Berlín y del inicio de los acontecimientos que condujeron a la desaparición, en los meses y años subsiguientes, de los regímenes estalinistas en la Europa del Este y la ex-Unión Soviética. La burguesía está utilizando esta efemérides para tratar de desacreditar una vez más el socialismo y el marxismo, y oculta que lo que cayó en realidad fue una caricatura burocrática y totalitaria que nada tuvo que ver con el socialismo y el comunismo genuinos. Lo que es inocultable, treinta años después, es la podredumbre del capitalismo a escala planetaria y cómo las masas trabajadoras en todo el mundo vuelven a buscar en el socialismo y el marxismo la

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Recientemente, Alan Woods regresó de una exitosa visita de 10 días a San Petersburgo y Moscú, realizada por invitación del Partido Obrero Revolucionario (CMI). Hace unos meses, la sección rusa de la Corriente Marxista Internacional (CMI) se fortaleció enormemente por la adhesión de una gran cantidad de trotskistas que, aunque estaban formalmente fuera de nuestras filas, habían estado siguiendo nuestro material durante varios años y estaban totalmente de acuerdo con nuestras ideas, tácticas y métodos de trabajo.

La movilización y huelga general de ayer marcaron un salto cualitativo en la situación política en Catalunya. Durante los últimos cuatro días, las manifestaciones pacíficas masivas por la liberación de los presos políticos han sido brutalmente atacadas por la policía española y catalana. El jueves, los manifestantes también fueron atacados por neonazis protegidos por la policía, que golpearon brutalmente a un militante antifascista. Ha sido la indignación provocada por esta represión desenfrenada lo que ha llevado a miles de jóvenes a tomarse la revancha y montar barricadas.

Este viernes 18 de octubre hay convocada una huelga general en Catalunya y una movilización masiva que será histórica, con cinco columnas marchando por toda Catalunya para confluir en Barcelona. Este día de acción se organiza bajo las consignas de rechazar la sentencia del “Procés”, por la libertad de los presos políticos catalanes y por el derecho a la autodeterminación. La Corriente Marxista Internacional en el Estado español, Lucha de Clases, apoya incondicionalmente esta jornada de lucha.

"Barcelona ha visto más combates de barricadas que ninguna otra ciudad del mundo", escribió Engels en 1873. Ayer [15 de octubre], Barcelona mantuvo esta reputación. Varias organizaciones republicanas y democráticas convocaron vigilias pacíficas en Catalunya para protestar contra las condenas a que se enfrentan los presos políticos. En Barcelona, así como en otras localidades, los manifestantes, incluidas familias, personas mayores y niños, fueron atacados por la policía antidisturbios española y catalana, cargando con porras, balas de goma y dispositivos paralizantes.

Lucha de Clases rechaza la sentencia del juicio al “Procés”, emitida por el Tribunal Supremo, que incluye penas de cárcel de 9 a 13 años e inhabilitación a ocupar cargo público, para los 9 presos políticos catalanes y otros 3 encausados. Esta sentencia muestra nuevamente el carácter autoritario del régimen monárquico del 78.

¡Que semana! Los últimos cinco días de la conferencia laborista de este año ciertamente han sido una montaña rusa. Pero a pesar de los mejores intentos de la prensa Tory para agriar el estado de ánimo, el sentimiento entre quienes abandonaron Brighton el 25 de septiembre fue sin duda de optimismo y confianza en nuestro movimiento.

El 10 de noviembre habrá nuevas elecciones generales tras el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno. Serán las cuartas elecciones en 4 años, una situación sin precedentes en 42 años de “democracia”. Esto refleja la enorme inestabilidad social y debilidad que atraviesa el régimen político salido de la Transición. Aun así, este resultado era impensable hace 5 meses, cuando la izquierda obtuvo una victoria contundente contra la derecha ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Qué perspectivas se abren para estas elecciones, y más allá?

Hace unas semanas, dejamos clara nuestra posición ante un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidos Podemos. Ahora, la dirección de Podemos ha lanzado una “consulta” a los militantes del partido para que se pronuncien sobre su participación en el gobierno de Sánchez. Pese a los dos meses y medio transcurridos desde las elecciones del 28A, esto tiene lugar sin un debate previo en las bases ni en asambleas de círculo, ni siquiera en asambleas públicas donde los votantes y simpatizantes puedan interpelar a quienes

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La cuestión nacional permanece como una úlcera sangrante en la historia política española, y así permanecerá hasta que la clase obrera no se proponga abiertamente luchar por su emancipación como clase, resolviendo de paso los problemas democráticos pendientes, tales como la mencionada cuestión nacional catalana, vasca y gallega, y la consecución de una república democrática.

Los resultados de las elecciones generales griegas del 7 de julio destacaron dos elementos dominantes: la enorme polarización de clase y la consolidación del fenómeno de la abstención generalizada de votantes. La expresión de la polarización de clase (a pesar de haber adquirido un carácter distorsionado debido a la completa sumisión política de los líderes de SYRIZA al capitalismo) fue evidente en el gran aumento de los votos para ND (Nueva Democracia) y SYRIZA en comparación con las elecciones europeas del 26 de mayo. Las elecciones europeas fueron hace tan solo 42 días, y vieron el mismo nivel de participación electoral.