América Latina

La situación en Honduras, lejos de estabilizarse para los golpistas, ha ido evolucionando en las líneas de una insurrección popular con el paso de las horas.

En la madrugada del 28 de junio un comando de 4 batallones compuestos por 200 soldados cada uno irrumpió en casa presidencial en Honduras, sacando a punta de pistola al presidente Manuel Zelaya. El golpe dirigido por la alta casta militar y representantes de la burguesía hondureña han tomado como pretexto defender la soberanía de Honduras en contra del intento de instaurar “dictaduras al estilo Chávez y Castro”.

El golpe en Honduras subraya de nuevo que incluso tímidas reformas dentro del sistema capitalista no pueden ser toleradas por los oligarcas locales de América Latina y sus maestros imperialistas. Pero Venezuela enseña que si las masas se movilizan se puede detener a la reacción. Es el momento de movilizar toda la fuerza de los trabajadores y pobres de Honduras.

Esta mañana del 28 de junio, muy temprano, hemos recibido la noticia de lo que, para decirlo parafraseando al escritor García Márquez, fue la culminación de “una crónica de un golpe anunciado”.

Siendo aproximadamente las 5 de la tarde, hora local, se anunciaba a la prensa internacional sobre un golpe de Estado, por parte del ejército, hacia el gobierno Hondureño de Manuel Zelaya.

En la madrugada del 9 de abril del año pasado, el vice-presidente Ramón Carrizalez anunció la decisión del presidente Chávez de nacionalizar a SIDOR. Este fue el resultado de una larga lucha por parte de la masa laboral. No es ninguna exageración sostener que la nacionalización fue producto únicamente de la heroica pelea de los obreros que lucharon a pesar del boicoteo mediático, a pesar de la oposición feroz del entonces ministro de trabajo y de muchos burócratas en el aparato estatal y a pesar de la traición por parte de buena parte de la dirigencia sindical.

El masacre de mas de 30 amazonicos y centenares de heridos en Bagua, Amazonas, ha generado un sentimiento de rabia generalizada en el pueblo peruano, contra el régimen de García. Esto se ha manifestado contundentemente en la Jornada de Protesta unitaria del 11 de Junio con una movilización de cientos de miles de trabajadores a favor nuestro. De esta manera, la crisis del régimen, que se aperturò con el levantamiento de masas del 2000, se profundiza alcanzado un nivel de características prerevolucionarias.