Rebelión estudiantil contra la represión y el autoritarismo

Miles de estudiantes participando en asambleas, mitines, impulsado tomas de escuelas, discutiendo su realidad y tratando de transformarla; la actividad no solamente se circunscribe a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también en el Politécnico y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). El origen: una cobarde agresión de grupos de choque y porros en contra de jóvenes estudiantes de los Colegios de Ciencias y Humanidades frente a Rectoria en Ciudad Universitaria de la UNAM que se manifestaron el pasado 3 de septiembre; fue la chispa que encendió la pradera, la situación se ha transformado en cuestión de horas.

Días previos la ex Directora del Colegio de Ciencias y Humanidades de Azcapotzalco no se imaginaría que el borrar los murales de la escuela, que habían sido pintados durante algunas movilizaciones estudiantiles, le iba a costar su puesto, provocar un estallido y una huelga estudiantil; la soberbia de algunos funcionarios educativos no encuentra límites; acostumbrados a simplemente mandar, encerrados en su burbuja burocrática, dieron esa instrucción y el descontento estudiantil encontró ese cauce para expresarse.

También la falta de profesores en algunos grupos del CCH fue el origen del conflicto, lo cual es una constante en las escuelas de la UNAM, hace algunas semanas, la asamblea de profesores denunció las condiciones precarias en las que laboran, los profesores de asignatura representan aproximadamente el 75% de la plantilla laboral, reciben 90 pesos de pago por hora de clase frente a grupo, y sólo el 5% accede a 30 horas por mes. Además entre las peticiones estudiantiles se encuentra el cobro de 100 pesos por inscripción.

La situación anterior provocó que se desarrollaran una serie de asambleas estudiantiles y la toma de la escuela; lo que días después provocó la renuncia de la directora del plantel.

La solidaridad de estudiantes de la UNAM de diversos planteles se empezó a manifestar desde el principio, hubo actividades en la mayoría de los CCH´s, la Preparatoria 5 fue tomada, y las acciones derivaron en la convocatoria a una movilización para el día 3 de septiembre, que llegaría a la Rectoria de la Universidad.

La movilización se desarrolló de manera combativa, con un tono festivo, característica de los estudiantes de nivel medio superior, al llegar al Parque de la Bombilla, estudiantes de otras escuelas de la UNAM se sumaron, la movilización llegó a Ciudad Universitaria y se enfrentó a una cobarde agresión por parte de grupos porriles armados con palos, piedras, petardos, armas blancas, bombas molotov; en esta acción represiva participaron encargados de Auxilio UNAM, quienes supuestamente se encargan de la seguridad de la Universidad; como consecuencia de la agresión, 14 estudiantes resultaron heridos.

Los grupos porriles tienen su origen en la década de los 40´s, cuando las autoridades educativas, el Estado y el gobierno le interesaba mantener el control de las escuelas, evitar movimientos estudiantiles, reprimir la organización estudiantil independiente, a los grupos revolucionarios y de izquierda a lo interno de las escuelas y las universidades. Haciendo uso de las porras de fútbol americano y lúmpenes, se formaron grupos de choque con financiamiento gubernamental para que ejercieran el terror en las escuelas. Históricamente vinculados al PRI, en las últimas décadas tanto el PAN como el PRD también han controlado y promovido estos grupos que, a su vez, tienen relaciones con funcionarios educativos.

Una agresión como la vivida el pasado 3 de septiembre no había tenido lugar en por lo menos 15 años, los agresores físicos han sido identificados, pero el movimiento debe exigir que se esclarezca quienes fueron los autores intelectuales, que sin duda se encuentran entre Funcionarios Universitarios, del propio Gobierno de la Ciudad de México y el Gobierno Federal.

La respuesta estudiantil fue inmediata, horas después se convocaron asambleas en la Facultad de Filosofía y de Ciencias Políticas que acordaron impulsar paros y tomas de instalaciones, al día siguiente más de 30 facultades, preparatorias y CCH´s realizaron multitudinarias asambleas donde acordaron paros de 24, 48, 72 horas o paros indefinidos, también en el Politécnico y la UAM se han convocado mitines, asambleas, jornadas informativas y acciones de protesta. Se ha convocado a una nueva manifestación frente a Rectoria y a una Asamblea Universitaria para coordinar la lucha, los sucesos han sucedido con demasiada rapidez, miles de estudiantes se han involucrado en las acciones de repudio a la represión.

Una vez más el sector estudiantil se expresa masivamente, así ha sido en los últimos años, la juventud y los estudiantes se han expresado en las calles, han sacado a relucir su rabia y descontento con la situación actual de la sociedad, contra el régimen corrupto, contra los feminicidios, la corrupción, la crisis económica, contra las reformas estructurales. La juventud y los estudiantes han sido un sector bastante activo en las luchas recientes.

La radicalización de amplias capas de la juventud y los estudiantes es un hecho evidente y no es para más, pues han sido el sector más golpeado por la crisis económica, la violencia y el desempleo. Las expresiones de lucha como esta, refleja un profundo descontento entre amplias masas de estudiantes y jóvenes que buscan canalizar su rabia mediante la lucha y la organización, con medidas contundentes y radicales.

Fenómenos como el de ahora se seguirán viviendo constantemente, bajo el actual sistema no hay salida a los problemas de la juventud. El movimiento actual es inspirador, lleno de frescura, sin formalismos o vicios burocráticos; miles de jóvenes están buscando alternativas políticas y de lucha a sus problemáticas concretas.

La agresión del pasado 3 de septiembre, impactó no solamente en las escuelas, a nivel nacional la noticia se extendió rápidamente, conatos de violencia en las inmediaciones de Ciudad Universitaria no es un hecho cotidiano, los hechos han impactado más allá de los muros de la Universidad.

La violencia es un acto que la clase dominante utiliza para evitar que la lucha de clases se profundice, para imponer un modelo económico y político brutal para la gran mayoría de la población. La violencia es la única forma en que las autoridades y explotados se pueden mantener en su sitio, en estos momentos.

Para miles de estudiantes es claro ahora que las autoridades universitarias y el Estado utilizan la violencia para evitar los conflictos estudiantiles, no tienen empacho de utilizar a grupos de choque, golpeadores y porros para combatir al movimiento estudiantil, correctamente las asambleas han pedido la renuncia de algunos funcionarios universitarios.

Las autoridades tienen expedientes de quienes son, como actúan, y quién les paga, no los combatirán a fondo por que algunos de ellos están involucrados en la promoción de los grupos de choque.

Históricamente se ha demostrado que la erradicación de estos grupos ha sido no por la buena voluntad de las autoridades, sino por la acción organizada y multitudinaria de los estudiantes.

En los colectivos estudiantiles, en los salones de clase, se debe promover la creación de brigadas de autodefensa, incluir a los profesores, trabajadores y padres de familia en esta acción, los grupos de choque pueden ser barridos por la acción colectiva y organizada.

Además, se debe de ir al fondo de la situación, los porros son incapaces de existir sin el financiamiento que proviene del Estado, se debe investigar el apoyo de políticos del PRI, PAN, PRD, de funcionarios del gobierno local y federal hacia este tipo de grupos.

Los porros no serán erradicados por el Estado pues ellos los promueven, sino por la acción consciente de los estudiantes.

Por una alternativa revolucionaria al movimiento estudiantil

Los estudiantes han sido un factor fundamental en las luchas de los últimos años, la lucha del movimiento #YoSoy132 en 2012, las movilizaciones por la presentación con vida de los normalistas en Ayotzinapa y la huelga en el Politécnico en 2014, son una muestra de ello.

Algunos sectores del movimiento estudiantil han buscado alternativas radicales en la lucha, sus consignas se han elevado a combatir al Estado, el gobierno y el autoritarismo, instintivamente intentan orientar la lucha contra el sistema actual, son conclusiones importantes que deben llevarse hasta sus últimas consecuencias.

La construcción de una alternativa revolucionaria, anticapitalista y socialista dentro del movimiento estudiantil es una tarea pendiente, lo estudiantes marxistas que se organizan en La Izquierda Socialista están participando activamente en esta lucha, mediante las Juventudes Marxistas y el Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico y la Liga de Mujeres Revolucionarias en la UAM, la UNAM y el IPN.

Rescatar las tradiciones del movimiento estudiantil es una tarea importante, vincular la lucha de las escuelas con la lucha de la clase trabajadora es parte de la herencia de 1968 que debe ser recuperada, la formación ideológica para comprender el funcionamiento del sistema y luchar contra él, es una tarea también del movimiento estudiantil.

Convertir al movimiento en una fuerza organizada en la lucha contra el régimen corrupto y el sistema, formar cuadros políticos para conformar una agrupación revolucionaria y socialista, es otra de las tareas de los movimientos estudiantiles.

Hacemos una fraterna invitación a profundizar y discutir estas ideas, a buscar esa alternativa necesaria a lo interno del movimiento.