La intervención militar en Mali ha comprometido a Francia en una nueva guerra imperialista. Detrás de las motivaciones oficiales, su objetivo es asegurar y ampliar las posiciones económicas y estratégicas del capitalismo francés en la región. Además de sus recursos naturales -los actuales y los potenciales - Mali, el tercer productor de oro de África, está rodeado por varios países donde las grandes empresas francesas, entre ellas Total y Areva están fuertemente implantadas. El grupo Areva obtiene en Níger un tercio de sus necesidades de uranio. Total explota el petróleo de Mauritania. El capitalismo francés domina la Costa de Marfil. Con sus vastas reservas de petróleo y gas, Argelia es el mayor socio comercial de Francia en África. Son principalmente los intereses de los grandes grupos franceses en los países vecinos de Mali los que lo convierten en una cuestión importante, desde el punto de vista estratégico, para el imperialismo francés.