Spanish

 “De lo expuesto se deduce que la revista, que quiere ser órgano de prensa del materialismo militante, debe ser, primeramente, un órgano combativo en el sentido del desenmascaramiento y persecución sin tregua de todos los ‘lacayos diplomados del clericalismo’ de nuestros tiempos, lo mismo si actúan en calidad de representantes de la ciencia oficial o en calidad de francotiradores que se tildan a sí mismos de publicistas ‘demócratas de izquierda o ideológicamente socialistas’.”[1] (Lenin, Sobre el significado del materialismo militante)

El llamado “acuerdo” con el FMI ha impulsado la crisis que recorre al régimen político del país al acelerar el proceso de desagregación del Frente de Todos. Si bien la renuncia de Máximo Kirchner buscaba dar contención política a la base del Frente de Todos y puntualmente a la del kirchnerismo, la misma se sustenta en la realidad de crisis económica, social y política que atravesamos hace ya varios años y que fue profundizada por la pandemia. Esto implica que la realidad política sobre la que estamos interviniendo está atravesada por la crisis orgánica del capitalismo en su fase histórica de declive irreversible.

Treinta años han pasado desde la publicación de El Final de la Historia y el Último Hombre. Regodeándose tras el colapso de la URSS, el politólogo estadounidense Francis Fukuyama hizo una afirmación asombrosa. La humanidad había alcanzado “el final de la historia como tal: es decir, el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como forma final de gobierno humano”.

El posmodernismo es una escuela de pensamiento filosófico amorfa que saltó a la fama en la posguerra. Comenzando como una tendencia marginal, desde entonces ha crecido hasta convertirse en una de las disciplinas dominantes de la filosofía burguesa, impregnando gran parte, si no la mayoría, de la academia de hoy en día. Aquí publicamos un análisis de Hamid Alizadeh y Dan Morley, el primero de una serie de artículos que analizan diferentes aspectos del posmodernismo desde una perspectiva marxista.

Un reciente informe de UNICEF revela que 160 millones de niños -uno de cada diez en todo el mundo- realizan trabajos considerados mental, física, social y moralmente perjudiciales. Esto incluye trabajos altamente peligrosos como la minería submarina, el levantamiento de objetos pesados, el manejo de máquinas peligrosas en fábricas, así como el uso de productos químicos tóxicos en la agricultura. Todas estas tareas son realizadas por niños de apenas 5 años.

Esta declaración fue aprobada por el congreso mundial de la Corriente Marxista Internacional, celebrado entre el 29 de julio y el 3 de agosto de 2014, en Grecia. A pesar del tiempo transcurrido, pensamos que las líneas centrales del análisis sobre la situación en Ucrania, la guerra civil en el Donbas, el carácter del gobierno salido del Maidan, el papel de Rusia y de la OTAN, sigue siendo totalmente válido.

Cumplida la mitad del mandato constitucional del presidente Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, tres agrupaciones de derecha introdujeron solicitudes al Consejo Nacional Electoral (CNE) para la activación de un referendo revocatorio al mandatario, basados en el artículo 72 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En todo el año 2021, numerosas voces de derecha e izquierda venían planteando la necesidad de movilizar a la población para activar dicho mecanismo constitucional.

Durante los últimos meses, los medios de comunicación de todo el mundo han estado hablando de una nueva guerra en Europa. Según los servicios de inteligencia estadounidenses, Rusia ha trasladado más de 100.000 soldados a su frontera con Ucrania. También está realizando ejercicios militares conjuntos con Bielorrusia. Estados Unidos y la OTAN han mantenido una serie de conversaciones con Rusia, aunque ninguna ha resuelto aún la situación.

En los últimos días se ha agudizado la escalada de tensión en el conflicto entre Ucrania y Rusia, que ha tenido como consecuencia la movilización de tropas de la OTAN a los países de Europa del Este. En este sentido, y en demostración del más fiel servilismo hacia el imperialismo estadounidense por parte de Pedro Sánchez, el pasado 20 de enero, la ministra de defensa, Margarita Robles, anunciaba el envío a la zona de cuatro cazabombarderos y una fragata.

La revolución sudanesa se encuentra en una encrucijada crítica. Las fuerzas de seguridad están asesinando, violando y atacando a las masas con impunidad. La revolución ha respondido lanzando nuevas protestas, bloqueando barrios y realizando una huelga general de dos días, aunque esta última se vio debilitada por la falta de organización. Debemos ser claros: el tiempo se agota.

El levantamiento de enero en Kazajistán, y particularmente en Almaty, fue el suceso más notable en la memoria viva de la mayoría de los kazajos. En su discurso ante la sesión extraordinaria de la CSTO [Organización del Tratado de Seguridad Colectiva], el presidente, Kasim-Yomart Tokayev, la describió como “la crisis más grave en los 30 años de historia de la independencia”.

Hace unas semanas, el PDAC (Partido de Alternativa Comunista), la sección italiana de la Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (LIT-CI), polemizó con nuestra posición en defensa de la revolución cubana y contra las movilizaciones reaccionarias del movimiento cubano 15N, pro-imperialista y a favor de la plena restauración del capitalismo en la isla caribeña.