Guarina Ramírez Acosta, militante comunista cubana, ha muerto

Nos entristece anunciar la muerte de la militante trotskysta cubana Guarina Ramírez Acosta, que se produjo en la ciudad de la Habana el 10 de septiembre de 2017. Guarina había dedicado toda su vida consciente a la militancia revolucionaria. Antes de la revolución cubana militó en el Partido Obrero Revolucionario, junto a su marido y compañero Idalberto Ferrera Acosta.

Ambos participaron en la actividad revolucionaria en la ciudad de Guantánamo dónde los partidarios de León Trotsky tenían una influencia muy significativa en el movimiento obrero local. Cuando empezó la guerra revolucionaria ambos participaron en las actividades clandestinas de la Resistencia Cívica y el M26-J. En su casa de la Calle Manuel de Céspedes 1453 se realizaban reuniones clandestinas del M26J. Guarina actuó como correo clandestino de Iván Rodríguez, uno de los dirigentes locales del movimiento. Posteriormente se incorporó a la columna 18 Antonio López Fernández, del Segundo Frente Frank País, como maestra, organizando una de las primeras escuelas en la Sierra. Los hijos de Idalberto y Guarina, Idalberto, Juan León y Ricardo también se unieron a la guerrilla.

En 1960 o 61, Guarina y su esposo se trasladaron a la Habana, a un modesto apartamento en Monte 12, entre Ejido y Zulueta en la Habana vieja, donde ambos vivieron hasta su muerte. Guarina participó en la reconstrucción del Partido Obrero Revolucionario en 1960, además de militar en diferentes organizaciones de masas, entre ellas su CDR local y la Federación de Mujeres cubanas. Por su participación en la revolución cubana recibió varias medallas que conservaba con orgullo.

Cuando conocimos a Guarina en el año 2005 su estado de salud no era ya muy bueno, pero participó activamente en una animada discusión con ella y su compañero y camarada Idalberto. Nosotros queríamos saber más de su historia y su militancia revolucionaria en Cuba, ellos querían saber de la situación política mundial y las posibilidades revolucionarias que entrañaba.

El 2 de julio del 2013, moría Idalberto a la edad de 95 años de edad. Ahora tenemos que lamentar la pérdida de Guarina. Independientemente del juicio que cada uno pueda tener de las posturas políticas que Guarina y el grupo trotskysta cubano adoptaron en diferentes coyunturas antes, durante y después de la revolución, no cabe duda que Guarina Ramírez Acosta fue una militante comunista revolucionaria toda su vida y su memoria vivirá en todos aquellos que luchamos por una sociedad libre de explotación. Mandamos nuestro sincero pésame a sus hijos y nietos. Publicamos aquí un texto que hemos recibido de su hijo Juan León Ferrera Ramírez.

Honores proletarios y Militantes a Guarina Ramírez Acosta

Para muchos del mundo idealista, se tiene a la muerte, como la cesación de la actividad de la unión del alma y el cuerpo que componen la vida, y dichos elementos conjuntos toman un camino independiente en el momento del rompimiento de esa combinación armónica del principio vital de los seres vivientes, cuyo primer elemento el alma tiene su origen en la base material del cuerpo. Para el mundo naturalista de los menos: De nosotros los apropiados de la ciencia, la filosofía, la política y la dialéctica materialista, del marxismo revolucionario. El ser humano crea su conciencia de acuerdo a su existencia y no en el orden inverso: No es la conciencia que crea la existencia, es la base material del cuerpo humano la que da origen y condiciones al combinados entre el mundo interior y exterior para el desarrollo de la conciencia, producto de su activa necesidad, de la economía, de su fuerza de trabajo, para la subsistencia, la que propició el origen evolutivo del pensamiento, de la articulación de las palabras, o sea a la posición de los orígenes de la voz, para la pronunciación de las vocales y consonantes. La articulación de las palabras, ha permitido al ser humano; reconocer sus propias acciones, es decir adquirir su propia conciencia. Por esa razón para la ciencia y la sociología marxista: La muerte del ser humano, lo más apreciado de la vida hermosa y de la naturaleza: es el cese, el rompimiento armónico de la existencia física, como base orgánica, que genera el pensamiento, las ideas y el desarrollo de los conocimientos, cuyas acciones extraordinarias y sus elementos beneficiosos para la humanidad, permanecerán ligadas sobre el tiempo, a la existencia del mundo que tanto apreciamos, durante nuestra vida transitoria y que extraordinariamente valoramos y queremos librarla de sus males acontecimientos; que produce el agónico y antihumano sistema de explotación capitalista y sus derivaciones en el mundo; como en las transiciones de los cambios sociales, que se expresan en las burocracias bañadas de conceptos pequeño-burgueses en el camino inevitable del mundo al socialismo, que descentran al proletariado del control y dominio del Estado.

Es precisamente a esa gran madre, militante, y camarada cubana Guarina Ramírez Acosta, a quien le corresponde tributarle ese hermoso honor proletario, por hacer suyo durante más de 8 décadas, la defensa intransigente de la hegemonía y centro del proletariado universal.

Después de varios días de haber restablecido mi ánimo consciente; de mis expresiones, y disposición interior de mis: acciones de las palabras, de mis movimientos, que hubo de reflejarse en mis nervios, los cuales me hicieron sufrir un golpe semi-paralizante, del ánimo consciente, producto del fin de la existencia física de mi madre y camarada Guarina; el domingo 10 de septiembre a las 6 p.m. del año en curso. He podido tomar el lápiz para expresar el golpe profundo que llevaré infinitamente en mi conciencia, y que sólo lo podría aliviar y hacerlo menos doloroso: Lo que fue su propia lucha por las ideas trotskistas y su combate en la lucha clandestina y en las montañas guerrilleras de la zona oriental en pro de la revolución socialista cubana; al lado de sus hijos, camaradas y su principal promotor, su compañero de causa Idalberto Ferrera Acosta. Todos sus méritos como pionera del socialismo fueron recompensados por el proceso revolucionario con más de 9 medallas que valoraran su acción y conciencia revolucionarias.

Pero su conciencia y actitud comunista fueron más allá de los honores de las medallas. Afirmo y aseguro su heroicidad en las ideas del marxismo revolucionario porque enfrentó todas las vicisitudes de la represión contra el trotskismo, tanto en la época capitalista, como el hostigamiento del burocratismo en Cuba. Su gran monumento histórico estará acuñado en el movimiento proletario mundial y en la victoria inevitable del verdadero socialismo en el planeta.

Tus familiares, camaradas e hijos, nunca te olvidaremos.

Juan León Ferrera Ramírez

La Habana, 18/9/2017