Tras 12 días de movilizaciones, el conflicto laboral llega a conclusión sobre la base de un acuerdo que flexibiliza las posiciones tanto de los trabajadores como del gobierno. Lo primero que debe remarcarse es la enésima demostración que solo con la movilización los trabajadores pueden influenciar y orientar las decisiones del gobierno. Es una lección que se debe asumir con toda su trascendencia, porque el acuerdo es solo un avance parcial y no soluciona temas de fondo, económicos y políticos, que quedan postergados.
Dentro de las reformas que el Gobierno nos presenta como inevitables está la privatización de las cajas de ahorro públicas, que ha venido facilitada por medio de diferentes acuerdos y decretos en el último año entre el PSOE y el PP.