Chávez anuncia medidas radicales contra el capitalismo en Venezuela

Spanish translation of  Chavez announces radical measures against capitalism in Venezuela by Fred Weston (January 9, 2007) El presidente venezolano Hugo Chávez durante la ceremonia de juramento de su nuevo gabinete pronunció un enérgico discurso en el que anunció una serie de medidas radicales. Si se llevan a la práctica, supondría un golpe serio contra el poder de la oligarquía y el imperialismo en Venezuela. Las propuestas que hizo reflejan el giro profundo a la izquierda del país en su conjunto. Reflejan el ambiente real de las masas y su deseo de cambio radical y el final del capitalismo en el país.
En diciembre consiguió una masiva victoria electoral, la mayor desde que comenzó la revolución bolivariana. La correlación de fuerzas ahora es enormemente favorable para las masas venezolanas. Chávez tiene el control absoluto del parlamento y un apoyo masivo entre la población. Existen las condiciones para acabar de una vez por todas con el capitalismo.
La lista de medidas anunciadas por Chávez supondría un golpe al corazón mismo del capitalismo venezolano. No es casualidad que un artículo aparecido el 9 de enero en el Washington Post, comentando su discurso, apareciera con el título: Chávez acelera la revolución socialista en Venezuela. El título resume muy bien lo que está ocurriendo en Venezuela. Los analistas burgueses serios comprenden lo que entendían los marxistas. El capitalismo se puede erradicar bastante fácilmente en Venezuela.
En su discurso, Chávez insistió en que Venezuela había entrado en una nueva fase, a la que definió como el Proyecto Nacional Simón Bolívar de 2007-2021, que tendría como objetivo la construcción del “socialismo bolivariano”. El 10 de enero Chávez hablará de nuevo en su propia ceremonia de investidura, donde dice que tratará con más detalle en qué consistirá este proyecto, pero ya él ha señalado los cinco puntos principales, los cinco “motores” de la revolución: una ley “habilitante” especial, nueva reforma constitucional, educación popular, reconstrucción de los órganos de poder y explosión del poder comunal.
La ley habilitante es el punto principal de sus propuestas. Permitiría a Chávez, en el plazo de un año, impulsar una serie de decretos. Señaló específicamente que una parte central de la ley incluiría la nacionalización de industrias clave que fueron privatizadas por gobiernos anteriores, como la empresa nacional de telecomunicaciones CANTV (privatizada en 1991) y la industria eléctrica. A principios de este año ya había amenazado con nacionalizar la CANTV si no ajustaba los pagos de sus pensiones con el salario mínimo.
Fue muy claro sobre lo que se debía hacer. “Todo lo que fue privatizado debe ser nacionalizado” y recibió un gran aplauso. Añadió que el objetivo era establecer la “propiedad social de los sectores estratégicos de los medios de producción”.
También planea aumentar el control estatal sobre la industria petrolera. Actualmente, existen cuatro proyectos petroleros en la Faja del Orinoco que el estado dirige conjuntamente con las empresas estadounidenses Exxon Mobil, Conoco y Chevron, con la francesa Total, la británica BP y la noruega Statoil, pero el estado tiene en ellas una parte minoritaria. Ahora Chávez propone coger la mayoría de las acciones fortaleciendo de esta manera el control estatal sobre estos proyectos importantes que suponen el 18% de la producción petrolera del país.
Anunció que el texto de la ley ya está preparado y que pronto llegará a la Asamblea Nacional.
También propuesto nuevas reformas constitucionales. No especificó que tipo de reformas está proponiendo pero en su discurso dijo que se basaría en la “energía popular, el verdadero combustible”, haciendo referencia a la necesidad de basar la revolución en las bases, el pueblo que ha apoyado sistemáticamente la revolución. Añadió que: “Estamos moviéndonos hacia una república socialista de Venezuela, y eso requiere una reforma profunda de nuestra constitución nacional…. Nos dirigimos hacia el socialismo y nada ni nadie puede impedirlo”.
Una reforma específica que mencionó fue la del establecimiento de un mayor control sobre el Banco Central. El bando actualmente es independiente. Chávez quiere acabar con esto. Como dijo, esta independencia lo convierte en un instrumento del “neoliberalismo”. Esta es una decisión correcta. Los directores del Banco Central se han opuesto sistemáticamente a la política de Chávez de utilizar los fondos estatales para aliviar la pobreza y llevar a cabo genuinas reformas. Han utilizado la independencia del banco para defender los intereses de la oligarquía que desea mantener su control sobre las palancas fundamentales de la economía.
Otras medidas que destacó fueron la creación de la “educación popular bolivariana”. Explicó que esto “profundizaría los nuevos valores y acabaría con los viejos valores del individualismo, el capitalismo y el egoísmo”.
Insistió en la necesidad de dar mayor voz en la administración de las cosas a las zonas más pobres del país, indicando claramente la necesidad de cambiar el poder hacia las masas que apoyan la revolución. Dijo que se necesitaba “desmantelar el estado burgués” porque todos los estados “nacieron para impedir las revoluciones”. Esto se debe hacer dando más poder a los recién creados Consejos Comunales y desarrollándolos desde abajo con el objetivo de crear un nuevo estado basado en estos Consejos Comunales.
Antes de su discurso ya había adoptado la decisión firme de no renovar la concesión de emisión a RCTV, una empresa de televisión que ha apoyado sistemáticamente todas las maniobras antidemocráticas para destituir a Chávez. Apoyó el golpe de estado de 2002 y el sabotaje de la industria petrolera. Chávez por esta decisión ha recibido los ataques de la oposición y el imperialismo. Ellos quieren libertad de maniobrar e intrigar contra el gobierno elegido democráticamente de Venezuela. ¿Alguien se puede imaginar que en EEUU un canal privado de televisión apoye un intento de golpe de estado para echar a Bush? ¿Cómo reaccionarían los republicanos? Esa cadena de televisión no sobreviviría ni un solo día.
Otra medida que ya había anunciado, y que se puede ver bajo la misma luz que las anunciadas ayer, es la destitución del vicepresidente José Vicente Rancel y su sustitución por Jorge Rodríguez. Rangel era visto como el representante de los elementos más moderados dentro de la dirección bolivariana y concretamente se había opuesto a la expropiación de los campos de golf de Caracas anunciada por el alcalde Barreto a finales de agosto del año pasado. En aquel momento Rangel dijo que el gobierno respetaba plenamente la propiedad privada.
Los marxistas no podemos sino apoyar totalmente las medidas anunciadas por Chávez. Hemos explicado sistemáticamente que la revolución venezolana no se puede detener a medio camino. O avanza hacia la expropiación de los altos puestos de mando de la economía, rompiendo así el poder de la oligarquía y el imperialismo, o el proceso podría revertirse, con la oligarquía utilizando ese control de la economía para llevar a cabo actos de sabotaje y ahogar la revolución.
La masiva victoria en las elecciones de diciembre fue una señal clara de que las masas quieren avanzar y enfrentarse a la oligarquía. El discurso de Chávez refleja esta situación. Eso explica por qué él ha declarado que: “Nadie ni nada será capaz de cambiar por la fuerza el rumbo de nuestra búsqueda del… socialismo venezolano, nuestro socialismo”. Durante su discurso se refirió específicamente a las ideas de Marx y Lenin.
La reacción de la burguesía internacionalmente ha sido la que se podía esperar. Alberto Ramos escribiendo para Goldman Sachs ha comentado que: “Estos anuncios políticos desconcertantes representan un giro claro hacia una política más profundamente nacionalista e intervencionista, que puede llevar a una mayor erosión de la confianza empresarial y los fundamentos institucionales del país”. Richard La Rosa, un broker de Activalores Sociedad de Corretaje CA, dijo que: “Todos esperábamos algunos anuncios radicales después de su investidura, pero esto ha pillado a los mercados totalmente por sorpresa. Nunca imaginamos que nombraría específicamente a una empresa. Nos ha dejado a todos conmocionados”. Añadió que: “La gran pregunta en el mercado es ¿cómo se nos compensará? Nadie pone en duda las intenciones de Chávez en este punto”. Muchos están comentando que Chávez podría seguir el camino que emprendió Cuba a principios de los años sesenta, cuando Castro nacionalizó el grueso de la economía.
Chávez es investido el día 10 presidente. Este será su tercer mandato y duraría hasta el año 2013. La burguesía en Venezuela e internacionalmente está acumulando un odio rabioso contra Chávez porque cada vez gira más a la izquierda. Esto no es casualidad. Sus intereses materiales reales están aquí en juego. Si Chávez recorre todo el camino recibirá el apoyo entusiasta de las masas venezolanas. En el período recientemente Chávez había hablado sobre hacer “irreversible” el proceso revolucionario en Venezuela. La única forma de conseguirlo es expropiando a la burguesía y construyendo un estado revolucionario basado en la clase obrera.
Cuando dice que es necesario “desmantelar el estado burgués” tiene absolutamente razón. El estado actual está plagado de agentes del viejo régimen. La gran mayoría de los funcionarios altos e inferiores está formada por personas nombradas en el pasado para servir los intereses de la burguesía. No se puede confiar en ellos. Cada día, cada minuto, están maniobrando para bloquear cualquier reforma progresista. Están intentando diluir la revolución, con la esperanza de sofocarla y preparar el terreno para el regreso del viejo régimen. Chávez a menudo hace referencia al burocratismo y la corrupción a todos los niveles que está bloqueando el proceso revolucionario.
Lo que hace falta es girar el centro de acción hacia las propias masas. La única fuerza en la que Chávez puede realmente confiar es en la clase obrera venezolana, los campesinos y los pobres. Ahora es el momento de que se elijan comités en todas las fábricas y otros centros de trabajo, en los barrios obreros. Estos deberían elegir delegados para órganos superiores y finalmente en un organismo nacional. Este sería el instrumento que podría “desmantelar el estado burgués” y construir un “estado revolucionario”.
Hay que decir que una de las pocas empresas que mencionó específicamente para su nacionalización es CANTV, donde los trabajadores y antiguos trabajadores han estado luchando por sus derechos y exigiendo la nacionalización desde hace unos meses. Esto seguramente dará un nuevo impulso a la lucha de los trabajadores Sanitarios Maracay por la nacionalización bajo control obrero.
La UNT debería tomar la iniciativa de convocar inmediatamente una Conferencia Nacional de Trabajadores para discutir estas medidas y dar pasos concretos de los trabajadores en sectores clave de la economía para organizarlos en la lucha por la nacionalización bajo control obrero y evitar cualquier intento de los empresarios de sabotearlas o desmantelar sus activos o información valiosa. Esta conferencia debería también convocar un día nacional de acción de ocupaciones de fábrica en la cual, las 800 fábricas mencionadas ya por Chávez hace año y medio deberían ser ocupadas y con ellas todos los sectores estratégicos de la economía que también deberían ser ocupados por los trabajadores.
Chávez ve la necesidad de “profundizar” la revolución. Comprende que la revolución no se puede detener. Debe avanzar. Puede ver que cada vez que intenta impulsar más el proceso, la burocracia pone uno y mil obstáculos. Siente que no con esta maquinaria estatal no puede hacer lo que él quiere. El único camino, por lo tanto, es romper esta maquinaria y construir una nueva basada en los trabajadores.
En los próximos días publicaremos un análisis más profundo de lo que está ocurriendo en Venezuela, pero lo que está claro es que se está produciendo una aceleración de todo el proceso. Si la revolución venezolana saliera victoriosa en el próximo período, eso sería visto como un punto de referencia para las masas de toda América Latina y más allá. Abriría un período nuevo de revoluciones. Por eso los genuinos socialistas, comunistas, no pueden sino entusiasmarse con el nuevo giro de los acontecimientos y dar un caluroso apoyo a la revolución. La burguesía internacionalmente forma fila, utilizando todo lo que tiene, su control de los medios de comunicación, la economía, para golpear a la revolución venezolana. Nuestro deber en todos los países es contrarrestar esto con todas nuestras fuerzas.