Brutalidad policial en el piquete de la embajada Mexicana en Londres

Spanish translation of Police brutality at the picket of the Mexican Embassy in London (October 31, 2006)

Alrededor de 50 personas tomaron parte en el piquete de la embajada mexicana en Londres el lunes 30 de Octubre en protesta por la decisión del gobierno mexicano de enviar a la ciudad de Oaxaca una fuerza de 20.000 soldados y policías para retomar el control de ésta.

La ciudad había estado bajo control de la APPO, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, durante los últimos cinco meses, desde que Ulises Ruiz, gobernador del Estado, envió la policía para desalojar a los profesores que, estando en huelga, habían acampado en la Plaza del Zócalo de la capital Oaxaqueña. El ataque policial fue repelido por los profesores y lo que había empezado como una disputa sobre los salarios y condiciones laborales de éstos acabó convirtiéndose en un movimiento de dimensiones insurreccionales.

La policía y el ejército mexicanos han matado, al menos, a 8 personas en las últimas 48 horas. Docenas de personas has sido detenidas en la operación y se habla también de desaparecidos. El domingo una manifestación de 100.000 personas convocada por la APPO marchó desde la sede del Canal 9, en la ciudad universitaria hacia la Plaza del Zócalo, que había sido tomada por el ejército y la policía federal preventiva y estaba fuertemente vigilada. Al final de la marcha la policía realizó cerca de 30 detenciones. Los detenidos fueron trasladados a la 28 Zona Militar.

En Londres, un dispositivo policial de unos 100 oficiales se empleó brutalmente para arrestar a un grupo de manifestantes con tambores y bombos enfrente de la embajada mexicana. El grupo de músicos, que había llegado para hacer algo de ruido y atraer la atención de los transeúntes hacia los acontecimientos de Oaxaca, cayó imprudentemente en las provocaciones policiales cuando uno de los agentes trató de impedir la proyección de imágenes en la fachada de la sede diplomática. De esta forma la policía tuvo una excusa para  incrementar su presencia de alrededor de cuatro oficiales a cerca de cien cuando se procedió a los arrestos y, finalmente, romper la protesta con estos arrestos e intimidaciones.