Brasil: El compañero Serge Goulart, candidato a la presidencia nacional del PT

El compañero Serge Goulart es uno de los 6 candidatos a presidente nacional del PT que se presenta a las elecciones internas (PED) del 22 de noviembre. La lista ¡Girar a la izquierda! ¡Reatar con el socialismo! Presenta la candidatura del compañero Serge Goulart , y pide tu apoyo para llevar estas ideas al conjunto del partido.

Serge GoulartSerge Goulart es fundador del PT, fue dirigente del partido en Santa Catarina y miembro del Directorio Nacional. Desde 2003 fue elegido Coordinador del Consejo de Fábrica de CIPLA e Interfiera, fábricas ocupadas por los trabajadores, así como del Movimiento Nacional de Fábricas Ocupadas. Pertenece a la dirección internacional de la campaña “Manos Fuera de Venezuela”.

Serge es dirigente de la Esquerda Marxista del PT y autor de los libros “Devolvam a nossa Previdência”, “Racismo e luta de classes”, “ALCA, NAFTA, MERCOSUR y Tratados de Libre Comercio”, además de ser editor del periódico “Luta de Classes” y la revista América Socialista, entre otras publicaciones.

Presentamos la candidatura de Serge Goulart para discutir con todo el partido la necesidad de romper con la derecha y los partidos de la burguesía, formando un gobierno de los trabajadores del campo y la ciudad, de lucha por el socialismo.

Lee a continuación la entrevista completa con el compañero Serge Goulart:

¿Cuál es el centro político de la Tesis “¡Girar a la izquierda! ¡Reatar con el socialismo!”?

Serge: La inmensa crisis económica que afecta al planeta reactualiza los orígenes del PT y demuestra de manera clamorosa que bajo este sistema no hay salida para la clase trabajadora. La mayoría de los compañeros de la Dirección Nacional del partido se embarcó en la linea de la reforma del capitalismo, como si eso pudiera resolver los problemas de la humanidad. Y eso es completamente falso desde el punto de vista histórico y desde lo cotidiano en la vida de las masas. La crisis llega cíclicamente y es cada vez más devastadora. Y todo lo que eventualmente se consiguió tras mucha lucha y esfuerzos nos es arrancado violentamente por los capitalistas de una patada. Además, el foso entre ricos y pobres, entre los que poseen los medios de producción y los que sólo tienen su fuerza de trabajo para vender, cada vez de amplía más. Esta es la realidad. Y los actuales dirigentes están llevando al partido y la clase trabajadora a un callejón sin salida, vendiendo ilusiones e intentando bloquear la lucha de clases en nombre de la colaboración de clase con la burguesía. Es eso lo que queremos interrumpir buscando mostrar a todo el partido que ya basta de ir hacia la derecha, hace falta girar a la izquierda y recuperar las banderas socialistas del movimiento obrero revolucionario internacional.

Y tenemos legitimidad para eso, pues siempre nos opusimos a estas coaliciones y a esta política aplicada por la dirección del partido y por el gobierno. El giro a la derecha del partido se acentúa a partir de la llegada al gobierno y esto, llevado al límite, llevará a la ruptura del partido con su base social, los millones de trabajadores del campo y la ciudad que hicieron todo para cambiar este país y llevar a Lula a la presidencia.

Recuperar la lucha contra el capitalismo y por el socialismo. Ése es el centro político de nuestra tesis y nuestra candidatura.

¿Y cómo se concreta eso en una Plataforma Política?

Serge: La dirección del PT debe ser responsable ante la clase trabajadora, y por lo tanto entrar en la lucha para organizar, movilizar para arrancar las medidas económicas y sociales más sentidas y necesarias para el progreso social y que son impedidas por el capitalismo. Por eso insistimos en que el PT debe girar a la izquierda y recuperar las banderas históricas del socialismo.

Eso empieza, en la práctica, con la ruptura de la coalición con Sarney, Collor, Maluf, Quércia, Jader Barbalho, José Alentar, o sea, con los partidos de derechas, los partidos capitalistas. Sólo así es posible entrar en el camino de nacionalizar el sistema financiero y todas las grandes empresas capitalistas nacionales e internacionales, hacer la reforma agraria y renacionalizar las empresas privatizadas como CSN, vale do Rio Doce, etc. Sólo así se puede defender de hecho la Petrobrás 100% estatal y el pre-sal, anular las subastas petrolíferas y recuperar el monopolio estatal del petróleo.

Sólo con independencia de clase, con una política independiente, podemos movilizar al pueblo trabajador para imponer la Educación Pública y gratuita en todos los niveles. Garantizar una Seguridad Social pública y solidaria. Sólo en la lucha contra los patrones puede conquistarse la estabilidad en el empleo e impedir los despidos.

La única manera de tener de hecho el control de la economía es implantando el control de cambio, el monopolio estatal del comercio exterior y la inconvertibilidad de la moneda brasileña.

Sin ello no se puede planificar la economía para que esté orientada a las necesidades populares. Bajo el capitalismo se produce lo que da beneficios y no lo que interesa al pueblo. Hace falta poner el mundo cabeza abajo y que el peso de la gran base de esta pirámide social aplaste a la punta privilegiada de encima, corrupta, degenerada socialmente y cínica. La pirámide debe transformarse en un gran plano, en sentido geométrico y económico.

¿Cuál es tu valoración de la dirección actual del PT?

Serge: La mayoría de la dirección del partido tiene una concepción reformista y etapista. Como el antiguo partido comunista, el PCB, y hoy el PcdoB, piensan, y lo ponen por escrito, que como Brasil es un país atrasado y dominado por el imperialismo deberíamos aliarnos con ciertos sectores de la burguesía, que pretendidamente tienen grandes contradicciones con el imperialismo, en la lucha por un “desarrollo nacional del capitalismo brasileño”. Sería una “Etapa” del desarrollo capitalista que deberíamos atravesar necesariamente como sucedió en Francia, Inglaterra, EEUU, Italia... en las naciones capitalistas desarrolladas.

Es la concepción menchevique, plejanovista, de la historia y la política. Es lo que explica la aceptación y el apoyo, como todos hicieron en el 10º Encuentro Nacional del PT, el envío de tropas brasileñas para masacrar al pueblo de Haití al mand del imperialismo USA, bajo cobertura de la ONU.

Como no encuentran burguesía nativa capaz de asumir cualquier enfrentamiento con el imperialismo, ellos mismos hacen el papel de la burguesía desde el punto de vista de la política a aplicar. Y eso se explica muy bien en la Resolución Política aprobada en el 3º Congreso del PT en 2007:

“Debemos crear el mercado interno que, con la integración de América Latina, de dinamismo al capitalismo brasileño y promueva otro tipo de reforma. A partir de ahí podrán surgir otros temas de discusión, aparentemente prohibidos hoy, como la propiedad social y el carácter de la empresa privada. Se crea una perspectiva socialista, no sólo de reformas dentro del capitalismo” (3º Congreso del PT).

Es la “revolución por etapas” claramente delimitada como orientación política. Eso lleva al impasse, como llevó a la destrucción del antiguo PCB. El PT surgió y creció luchando contra eso.

Esas concepciones reformistas y etapistas sólo se impusieron en el partido apoyadas en el crecimiento económico de los últimos años (que parecía permitir una mejora gradual, lenta, más segura, de las condiciones de vida), en la derrota intelectual de muchos que antes apoyaban el estalinismo y que con la caída del Muro de Berlín y el fin de la URSS se pasaron ideológicamente a la “democracia”, o sea, al capitalismo. No es despreciable la presión ejercida por la socialdemocracia internacional para “domesticar” al PT, pero eso sólo funcionó porque había una base social para ello. Un progreso de las condiciones de vida de muchos sectores de trabajadores y particularmente la adaptación de enormes sectores de dirigentes sindicales y del partido a la maquinaria sindical, parlamentaria y ejecutiva del estado burgués.

La izquierda revolucionaria del partido también contribuyó a ello adaptándose a la vida “parlamentaria” del interior del partido y preocupándose cada vez más preocupándose con las citas electorales de cada dos o cuatro años y reduciendo su resistencia en la defensa de las reivindicaciones económicas de los trabajadores. Esta adaptación ayudó o permitió que la dirección fuera aún más a la derecha. Y llevó a las grandes corrientes a la izquierda del partido a una posición cada vez más equivocada hasta la situación de hoy en que es muy difícil encontrar divergencias políticas importantes entre ellas, o entre ellas y el programa práctico del propio gobierno Lula con sus ministros capitalistas.

Además, la mayoría de la dirección del PT renunció a dirigir el partido como un partido de izquierda y de clase, al igual que el propio gobierno conquistado. Lula hace lo que quiere sin consultar a nadie e informa a la dirección del partido por la prensa, que inmediatamente apoya incondicionalmente el comunicado. La mayoría de la dirección del PT (varias corrientes coaligadas) apoya la alianza del PT con los partidos capitalistas. Y como cualquiera puede ver, estas alianzas están vaciando el partido.

El Mensalâo (caso de corrupción) y otros acontecimientos son resultado de esta política, que al fin y al cabo no permite satisfacer ninguna reivindicación real de los trabajadores. Por ello cada cierto tiempo, en nombre de la “Ética en la Política”, se inmola un compañero en el altar de la burguesía. Cualquiera que sea su error o su actitud políticamente inmoral (y ellos tienen responsabilidad por sus actos), todo ello es la consecuencia obvia de una orientación política de fondo que lleva a utilizar métodos extraños a los intereses de la clase obrera y la lucha por el socialismo. Eso debe corregirse inmediatamente o seguirá sucediendo.

Y finalmente, no vieron la crisis ni entendieron su alcance. Sólo hace falta ver su apoyo a las bobadas económicas y teóricas divulgadas por el ministro Mantega, por el propio Lula y sus colegas de gobierno. Como no podemos creer que estuvieran engañando al pueblo brasileño sólo podemos concluir que realmente pensaban que Brasil estaba “Blindado” y sólo habría una “marejadita”, etc. Como si fuera posible el “capitalismo en un solo país”. Increíble.

En realidad, no saben qué hacer para sacar a Brasil y los trabajadores del sufrimiento sin fin de las crisis capitalistas.

Toda la dirección del PT apoya a Dilma Roussef como candidata a Presidente. ¿Cuál es tu posición?

Serge: Dilma Roussef aún no es candidata del PT. Eso sólo se decidirá en el Congreso del PT en 2010. Fue lanzada por Lula sin ninguna discusión en el partido y la dirección se fue adhiriendo sin discusión con la base del partido. Dilma no tiene una historia en el partido, sus concepciones políticas no expresan de ninguna manera las necesidades de la clase trabajadora y mucho menos la lucha por el socialismo.

Claro, todo el mundo puede cambiar, pero Dilma tiene hasta hoy un historial político bastante coherente con concepciones de defensa del “capitalismo nacional”. El único cambio que podemos constatar es que está abandonando cada vez más esta idea, realmente infundada, de construir un “capitalismo nacional”. Está cómoda administrando el “capitalismo realmente existente”, o sea, el negocio brasileño de las multinacionales y el capital financiero.

El apoyo de la mayoría de la dirección a la candidatura de Dilma, sin discusión con todo el partido, sin discusión sobre el programa y junto al apoyo de todos ellos a continuar las alianzas con Sarney, Collor, Maluf etc sólo es una prueba de que la mayoría de la dirección actual no tiene voluntad de organizar un debate con todos los petistas para decidir el futuro.

La cuestión es muy grave y la dirección parece no darse cuenta de que la candidatura de Dilma amenaza con hundir el partido y entregar el próximo gobierno al PSDB, con todas las consecuencias nacionales y estatales que eso tendrá, así como el impacto en el grupo parlamentario del PT. Sin militantes entusiasmados el PT no consigue enfrentarse a la máquina burguesa y eso se traducirá en un aumento de la presión para usar los medios burgueses de hacer campaña con todas sus consecuencias.

La candidatura de Dilma tendrá como consecuencia una crisis enorme en ele interior del PT. Y abre el camino para la vuelta de la derecha reaccionaria. Esta derecha capitalista, si ganara, tendrá inmediatamente después de las elecciones el apoyo de la actual “base aliada” de Lula, el PMDB, PP, PRTB, PDT, PR etc.

El PT cuenta con óptimos nombres reconocidos como verdaderos petistas, como Eduardo Suplicy, Olívio Dutra y muchos otros. Las directrices que proponemos para el candidato que saldrá del Congreso del PT en 2010 están sintetizadas en nuestra plataforma “¡Girar a la izquierda! ¡Reatar con el socialismo!”. Nuestra plataforma se elaboró para aplicarla íntegramente por el partido y por el gobierno.

Y para ello las únicas alianzas posibles son con los partidos que se reivindican del socialismo. Pero en este momento lo más importante es que el PT reconstruya su fisionomía propia, clasista y socialista, mostrando que no somos el mismo perro con distinto collar como los otros partidos. Por eso el PT debe tener candidatos propios en todos los estados y a la presidencia nacional.

¿Y cuál es tu opinión sobre la crisis en el Senado?

Serge: Lo primero estas maniobras de todos sobre la Petrobrás. Los objetivos de la derecha con esta CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) son inconfesables. Pero el gobierno maniobra entre la confusión porque su política abre camino para la entrega de la Petrobrás al capital privado. Hablando del control de la empresa, porque el gobierno ya permite hoy que el 65% del capital sin voto, pero que recibe enormes dividendos, esté en manos de capitalistas nacionales e internacionales.

La única medida seria posible es defender Petrobrás, cancelando y anulando todas las subastas de petróleo, devolviendo el 100% de sus acciones al Estado y poniendo la empresa bajo control colectivo de sus trabajadores. No hay otra salida. Si no seguiremos viendo maniobras de los capitalistas y sus partidos para tragarse la Petrobrás y la proliferación de acuerdos podridos y resultados lamentables.

Por este y otros motivos el PT se está viendo obligado a defender, incluso con vergüenza, al abejorro de fuego José Sarney (senador, expresidente).

Es una vergüenza para los petistas ver a sus parlamentarios y al presidente Lula defendiendo a Sarney. Pero no es sólo Sarney. Cuando Lula abraza a Collor (expresidente derribado por la movilización de las masas) y lo reconoce como un gran hombre está humillando a todo el partido y la lucha extraordinaria de la mayoría del pueblo en el “Fuera Collor”.

En Palmeira dos Índios, 14 de julio de 2009, Lula abraza a Collor y lo compara con el expresidente Juscelino Kubitschek declarando: “Quiero hacer justicia con los senadores Fernando Collor e Renan Calheiros, que han dado un soporte muy grande al trabajo del gobierno en el Senado”. Y mientras entre el público se distribuía un periódico con la siguiente portada: “El Presidente Lula da Silva apoya a Collor de Mello para gobernador de Alagoas”. Y no hace falta ni hablar de los esfuerzos para tener a Ciro Gomes como candidato al gobierno de Sao Paulo.

El Senado es el establo de Augias, un establo con tanto excremento reseco, uno encima de otro, que sólo Hércules, o el pueblo en rebelión, puede limpiarlo. Lo que el pueblo brasileño necesita son otras instituciones, otra clase dominante, la clase trabajadora, y otra política, la política revolucionaria del marxismo, del socialismo. Lo que Brasil y el mundo necesitan es poner fin al régimen de propiedad privada de los grandes medios de producción y establecer un régimen d propiedad colectiva de las fábricas, las tierras, las empresas, los bancos... en definitiva, establecer una economía política de los trabajadores.

Contra eso es contra lo que lucha mi candidatura y nuestra lista “¡Girar a la izquierda! ¡Reatar con el socialismo!”. Esperamos agrupar a todos los militantes que buscan seguir fieles a su propia clase. Esperamos tener el voto y el apoyo de miles de petistas socialistas que desean ver a su partido, que fundamos hace 30 años, seguir en la lucha por el socialismo.