Alan Woods habla ante 200 trabajadores en la sede de PDVSA en Monagas

Con enorme interés 200 trabajadores de PDVSA en el edificio de su sede en Monagas, escucharon el martes 17 de junio a Alan Woods presentando su libro Reformismo o Revolución. Como dijo Alan, "El enemigo más peligroso de la revolución está dentro y es la quinta columna reformista"

Con enorme interés 200 trabajadores de PDVSA en el edificio de su sede en Monagas, escucharon el martes 17 de junio a Alan Woods presentando su libro Reformismo o Revolución. Marxismo y socialismo del siglo XXI (Respuesta a Heinz Dieterich). El evento, que comenzó a las 9 de la mañana con una rueda de prensa del camarada Alan  ante los medios de comunicación del estado Monagas y nacionales, continuó con un discurso al auditorio de trabajadores y finalizó a medio día con el bautismo del libro por los camaradas de la gerencia de PDVSA oriente, al frente de los cuales se haya el camarada Pedro Coronil. Muchos de estos gerentes son veteranos dirigentes de la izquierda venezolana que, después de años en la lucha contra el régimen burgués de la IV República, ahora se encuentran al frente de la industria más importante del país.

Entre la rueda de prensa y el acto del bautizo del libro, durante una hora, Alan Woods dedicó su intervención a rebatir los argumentos de los sectores reformistas, que son la base de su libro. "Escribí este libro para rebatir las ideas reformistas de Heinz Dieterich".

¿Bajo nivel de conciencia para construir el socialismo?

Rueda de prensa

Para empezar el camarada Alan criticó a todos aquellos que mantienen que los trabajadores y el pueblo tienen un bajo nivel de conciencia y que afirman que Venezuela no está preparada para el socialismo. "Me canso de esta canción miserable de los reformistas", afirmó.

Alan recordó que había sido el pueblo el que salvó la revolución en abril de 2002. Cuando la presión de los sectores reformistas llevó al comandante Chávez a negociar con los capitalistas, estos en respuesta organizaron el paro patronal en 2002-03. "Estos llamados al diálogo no convencieron ni a la oposición, ni a los capitalistas, ni al imperialismo, por el contrario, les convencieron de que este era un gobierno débil y que podían derribarlo. La debilidad invita a la agresión", afirmó Alan. "Sólo el pueblo, la clase trabajadora, salvó de nuevo a la revolución, mientras muchos se escondían debajo de la sábana o compraban boletos de avión para salir del país".

"Los reformistas dicen que debemos hacer una alianza con la burguesía. Esta política se intentó y fracasó. Los capitalistas pese a ser derrotados en 2002 y 2003 volvieron de nuevo a la carga, con el referéndum revocatorio de 2004". Y dirigiéndose al auditorio Alan preguntó: ¿Y quién derrotó el referéndum revocatorio de 2004? ¡El pueblo! Gritó al unísono todo el auditorio, que estalló en aplausos.

Alan señaló que, "el presidente Chávez ha jugado un papel enorme para el movimiento revolucionario, y como marxista le estoy muy agradecido por ser el primero después de la caída del estalinismo en volver a plantear la idea del socialismo como una salida frente al capitalismo. El presidente Chávez ha dicho que no hay una salida intermedia entre el capitalismo y el socialismo. Socialismo o barbarie".

Alan hablando al auditorio

Parafraseando al filosofo George Santayana, Alan afirmó que "Quien no aprende de la historia está condenado a repetirla". Intentar construir una economía mixta como pretenden los reformistas (pretensión que Alan desenmascara en su libro), conduce al desastre. Alan dijo que se sorprende mucho cuando oye hablar de planificación económica bajo el capitalismo en Venezuela. "Tú no puedes planificar lo que no controlas, y tu no puedes controlar lo que no está en tus manos. Los capitalistas desecharon el Keynesianismo en los años 70 porque conducía a una explosión de la inflación. Esto mismo es lo que está sucediendo en Venezuela. Los precios han subido cerca de un 30 por ciento en un año y, lo que es más grave, los productos alimenticios un 47 por ciento".

El Presidente Chávez con los empresarios.

Alan expresó su rechazo al acto que el pasado miércoles día 11 de junio el Presidente Chávez realizó con los empresarios del país. En el mismo, retransmitido por televisión a nivel nacional, ofreció a los capitalistas toda una serie de incentivos a la producción y les llamó a unirse a la construcción del socialismo.

Alan señaló que en ese evento del miércoles 11 de junio, el Presidente Chávez "no convenció a los capitalistas, no convenció a la clase media que vota contra él" y si pretendía ser una estrategia para vencer en las elecciones del 23 de noviembre, "sólo sirvió para confundir y desmoralizar a las bases revolucionarias y a la clase trabajadora. Esto se debe a las presiones de los sectores reformistas que están poniendo en peligro el futuro de la revolución. En este país no hay nada que hacer hasta que Chávez despida a todos esos asesores", afirmó Alan entre fuertes aplausos. Y como señaló: "Tenemos que vencer en el 23 de noviembre y darle un nuevo golpe duro a la oligarquía y al imperialismo. Eso sólo es posible, si movilizamos y ponemos en pie al pueblo y a la clase obrera, pero este tipo de actos no contribuye a ello".

Prosiguió afirmando que después de 10 años de revolución, "no podemos abusar de la confianza de las masas. La derrota del referéndum constitucional de 2007 debería encender las luces de alarma a todos los revolucionarios, porque la oposición no ganó, perdimos nosotros. Eso muestra que hay un malestar creciente entre las bases que apoyan la revolución, las cuales exigen medidas decisivas contra los capitalistas y los burócratas".

Camaradas de la celula de la CMR en Maturin

Frente al intento de los reformistas de conciliar con los capitalistas, entre los que se encuentran Dieterich y otros, Alan Woods defendió que en Venezuela se podía llevar a cabo la revolución socialista ya, a través de "una ley habilitante promulgada por el presidente Chávez, que expropie la tierra, la banca y las grandes empresas, haciendo un llamado a los campesinos y obreros a llevarla a la práctica por su propia iniciativa".  Ésta afirmación provocó un aplauso entusiasta de los camaradas presentes. El camarada Alan Woods terminó su discurso señalando que el principal obstáculo para la revolución no está fuera de Venezuela, "El enemigo más peligroso está dentro, se llama la quinta columna reformista".

El acto terminó con buena parte de los asistentes acercándose al autor para que le firmara el libro de reciente publicación. Hubo numerosos camaradas que se apuntaron para formar parte de la CMR con el fin de dar una batalla dentro del PSUV contra los sectores reformistas y burocráticos.