Apuntes sobre las elecciones del 7 de junio en México

Para los marxistas las elecciones no son el único medio de ejercer la democracia, en realidad nosotros concebimos las elecciones como parte de la democracia burguesa, es decir, aquella pantalla que se nos brinda, para escoger a los nuevos que va a oprimir al pueblo en los próximos años. Detrás de este circo está la dictadura del capital, sus empresas y la burguesía que decide el quehacer cotidiano.

Es válido siempre y cuando el que resulte electo se pliegue a sus intereses, sí por alguna razón existe un candidato o propuesta que rompa con el estatus quo, no les importa aplastar su democracia con fraudes, resoluciones de tribunales alienados a su proyecto de explotación, etc. Una vez dicho esto, no quiere decir que los marxistas no deberían de participar en las elecciones, o que les dé igual el que gane o como se conformen los parlamentos. Para los marxistas las coyunturas electorales son aprovechadas para avanzar en dar a conocer su programa e ideas, se lanzan a la lucha parlamentaria para tener un altavoz en medios de comunicación masiva y demostrar el callejón sin salida de estos órganos “democráticos”. La necesidad de superarlos con otras formas de Estado y gobiernos, por ejemplo el asambleario, etc.

1 Para los marxistas las elecciones no son el único medio de ejercer la democracia, en realidad nosotros concebimos las elecciones como parte de la democracia burguesa, es decir, aquella pantalla que se nos brinda, para escoger a los nuevos que va a oprimir al pueblo en los próximos años. Detrás de este circo está la dictadura del capital, sus empresas y la burguesía que decide el quehacer cotidiano. Es válido siempre y cuando el que resulte electo se pliegue a sus intereses, sí por alguna razón existe un candidato o propuesta que rompa con el estatus quo, no les importa aplastar su democracia con fraudes, resoluciones de tribunales alienados a su proyecto de explotación, etc.

2. Una vez dicho esto, no quiere decir que los marxistas no deberían de participar en las elecciones, o que les dé igual el que gane o como se conformen los parlamentos. Para los marxistas las coyunturas electorales son aprovechadas para avanzar en dar a conocer su programa e ideas, se lanzan a la lucha parlamentaria para tener un altavoz en medios de comunicación masiva y demostrar el callejón sin salida de estos órganos “democráticos”. La necesidad de superarlos con otras formas de Estado y gobiernos, por ejemplo el asambleario, etc.

3. En otras palabras, los marxistas planteamos medidas que puedan ayudar a nuestra clase, la clase trabajadora, y sus aliados naturales para que puedan salir de estas coyunturas políticas más fortalecidos en términos de organización, confianza en su fuerza y que estos cambios representen algunas mejoras democráticas y económicas. Sabemos que aunque esto no es la salida inmediata (no hay salida plena a los problemas que vive la gente dentro del capitalismo) sí los pone en mejores condiciones para enfrentar las siguientes luchas.

4. El sistema capitalista en crisis, en que se vive en nuestro país, no puede garantizar elecciones mínimamente democráticas. El narcotráfico está metido en prácticamente todos los partidos grandes, los métodos de violencia e intimidación se han trasladado al juego político, el día de ayer fue asesinado el numero 20 de políticos participes en la campaña electoral, esto nos pone en un nuevo record de asesinatos en contiendas electorales recientes. (Ver http://www.proceso.com.mx/?p=406191). A esto tenemos que sumar el ambiente de represión generalizada, las masacres, las desapariciones, la situación económica paralizada, la pobreza galopante, etc.

5. Hay un ambiente generalizado de desprecio a los políticos profesionales, a los partidos y en general a la política capitalista. No es para menos, los políticos y sus partidos son unos corruptos ligados al narco que viven con una opulencia repugnante. Los índices de abstención serán bastante grandes, no tanto por las campañas analistas sino por el desprecio que hay hacia todo lo que representa este sistema. En la última encuesta de Parametría se plantea que el abstencionismo será del 60%, los que anularan su voto no rebasará el 5%.

6. En los diferentes Estados de la Republica la situación política es diferente y no puede haber planteamientos generales para resolver problemas particulares, no puede haber una táctica general de acción en lugares donde las condiciones políticas, económicas y sociales son tan diferentes. Es muy distinto el caso de Oaxaca o Guerrero en donde organizaciones políticas y sindicales están declarando un boicot con apoyo fuerte entre las bases que la situación en Campeche donde se está luchando por terminar con una dictadura del PRI de más de 90 años o el caso del DF donde hay posibilidades de sacar al corrupto PRD que por años ha utilizado métodos corporativos y clientelares para hacerse de un aparato brutal de represión y robo.

7. Todos aquellos que den una respuesta general para estas particularidades que se viven en cada uno de los estados simplemente están viendo la realidad en blanco o negro, sin embargo la vida es más compleja que esos dos colores. No se puede llamar simplemente a anular tu voto o no participar en municipios como Calkini en Campeche donde los profesores disidentes se han hecho del control de Morena y es el PRI quien está planteando la anulación del voto. Lo mismo va para los que ven el hecho de llamar a votar sin tomar en cuenta la situación de los sectores más organizados y de lucha en estados como por ejemplo Guerrero, Oaxaca, Michoacán o Chiapas.

8. Todas estas peculiaridades y el ambiente general plantean escenarios de mucha tensión y fuertes cambios para este fin de semana. Se habla, por ejemplo, que en el DF Morena está a la par o por encima en intenciones de voto que el PRD para conformar la asamblea legislativa del DF, si las elecciones confirman este hecho significaría un gran avance para las fuerzas más progresistas en la capital del país, donde últimamente el PRD ha agredido física y políticamente todas las conquistas que se han logrado en años. ¿Aquí qué es lo que más le ayuda a los trabajadores y la juventud, abstenerse o votar críticamente a Morena? Creo que no hay que ser muy inteligentes para contestar esta pregunta. Morena no es un partido socialista, no quiere derrocar al capitalismo y ahí reside su mayor debilidad, sabemos que dentro de este partido se dieron procesos de imposición de candidatos violando la democracia interna, aun así es claro que los trabajadores se verían fortalecidos con el hecho de que Morena sea una mayoría parlamentaria, esto se tendría que acompañar por tener organizaciones fuertes, fuera y dentro de Morena, que permitan dar una lucha para ganar posiciones para el marxismo revolucionario. Está misma postura se debería de llevar adelante en los Estados donde hay no hay fuerzas organizadas que plantean el boicot.

9. El caso contrario es la situación que se vive en estados como Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas donde los profesores organizados en la CNTE y la Ceteg han plantado el boicot electoral. Como hemos explicado en otros artículos, el Boicot —además de impedir que no se realicen las elecciones impidiendo que se instauren las urnas, quemando las papeletas electorales, saboteando, etc.— lo que plantea es un cuestionamiento a la democracia burguesa directa, sí este acto es acompañado por una fuerte movilizaciones de los campesinos, profesores, trabajadores y jóvenes, no solo tendría un éxito sino que plantearía de forma clara de qué lado está la fuerza, quien manda en esta sociedad. Una acción así, indudablemente ayuda a la toma de conciencia y da confianza a nuestra clase y la apoyamos de forma decidida. Ahora bien, lo que plantearía un boicot es quién y con qué instrumento se gobernaría el estado y los municipios, es decir que se plantearía la necesidad del poder de obreros y campesinos, un nuevo Estado revolucionario. Estamos hablando, para dar ejemplos que ya hemos vivido o que estamos viviendo, de gobiernos como el que existe localmente en Cherán —donde la población está tomando las rendas del gobierno—, instauración de una asamblea general estatal como lo que fue la APPO en Oaxaca en el 2006 —que pueda concentrar a representantes electos de todos los municipios y que este órgano pueda hacerse cargo del gobierno del estado, expropiar a la burguesía local, a los narcos y llevar adelante la lucha revolucionaria a nivel nacional—.

10. Sí el boicot no va en esta dirección veremos que el gobierno, la política y el ejército, junto con grupos de choque del PRI y del PRD, impondrán las urnas y con muy pocos votos ganará un partido que necesariamente tendrá que imponer el terror para restableces su “normalidad”. En ninguno de estos Estados Morena tiene la posibilidad de ganar la gubernatura (Michoacán y Guerrero), y su índice de votación lo colocan en tercera y cuarta fuerza. Aquí Morena debería de apoyar el boicot electoral y con esto ganaría una base de apoyo gigante y tendría una incidencia mucho mayor que cualquier otro partido de cara al futuro, sin embargo su cretinismo parlamentario no le deja encontrar otra salida.

Source